Robert T. Kiyosaki es lo que podríamos llamar un gurú de las finanzas personales. He leído varios libros escritos por él, como Padre Rico, Padre Pobre, Historias de éxito, Guía para Invertir o Retírate Joven y Rico. Y más que leeré. La filosofía de Kiyosaki gira en torno a la generación de ingresos pasivos a través de inversiones. En otras palabras, debes buscar y comprar las inversiones que puedan generar ingresos para tu bolsillo, esos ingresos que se generan de forma automática y sin necesidad de dedicarles tiempo y trabajo duro.
De sus libros he obtenido muchas enseñanzas que me han ayudado a cambiar mi modo de ver el dinero y las finanzas, haciéndome ver que la generación de una cartera de activos es uno de los conceptos más importantes a tener en cuenta si deseamos llegar a la libertad financiera. Pero no todo lo que expone Kiyosaki en sus libros es de mi agrado. Hay algunas pautas en su filosofía de inversiónque no casan con mi propia forma de entender el camino a la prosperidad económica.
– Su fijación por la inversión inmobiliaria. No dudo que este tipo de inversiones puedan resultar del gusto de muchos inversores y que incluso les vaya fenomenal poniendo su dinero a trabajar en inmuebles, pero tampoco es realista proponer una filosofía basada en comprar activos y que todos tus ejemplos sean sobre la compra y alquiler de viviendas. De hecho, en Historias de éxito, casi el 100% de los casos que se estudian son relacionados con la inversión en inmuebles.
– Mensajes demasiado repetitivos. No es Kiyosaki un mentor del que puedas aprender infinidad de conceptos y estrategias de inversión. Desde que editó Padre Rico, Padre Pobre, la cantinela le ha servido practicamente para todos los libros que continuaban su serie de libros. Si lees algún libro de Bernstein o Bogle, te sumerges en tal cantidad de recursos que quedas maravillado por lo variado del aprendizaje.
– El apalancamiento. Recomienda a los lectores que utilicen el apalancamiento en sus inversiones. En esto tampoco estoy de acuerdo. Prefiero lo que llama Harry Browne en su libro Fail-Safe Investing “Inversión Básica“, poniendo en productos de inversión sólo el dinero del que dispones. Si quieres invertir más, ahorra más.
– Evitar la educación. Se mete constantemente con la gente “educada” en la universidad. Cierto es que para invertir tu dinero tampoco hay que ser doctor en finanzas, pero me pregunto qué tendrá de malo formarse.
– Todo empleado es un infeliz. Esto no tiene que ser así. Encontrar la libertad financiera como empleado también es posible, de hecho, en El millonario de al lado se describe como la amplia mayoría de millonarios americanos son empleados que cuidan de sus finanzas personales y llevan una vida frugal y poco consumista. Además, si una persona es capaz de conseguir el trabajo de su vida y disfrutar de él, dedicar parte de su tiempo a ejercerlo tampoco es mala cosa ni mucho menos.
Todo esto hace que la filosofía de Kiyosaki no sea mi filosofía financiera ideal. El concepto principal del cuadrante del flujo de dinero, la diferencia entre comprar pasivos y activos o el páguese usted primero son vitales para crear tu plan de inversión, pero en el resto de conceptos patina como quien se pone sobre unos esquis por primera vez.