El Flamboyan, también conocido como Árbol de la Llama, es uno de los árboles tropicales que goza de más popularidad. Su copa aparasolada y sus increíblemente hermosas flores, hacen de él una planta muy deseada por todos, tengamos o no jardín.
En los trópicos te lo puedes encontrar en calles, parques, avenidas, … en definitiva, por todas partes. Lamentablemente, debido a su sensibilidad al frío, los que vivimos en zonas con climas frescos debemos de conformarnos con verlo sólo en fotos, ¿o quizás no? Independientemente de dónde vivas, después de leer este artículo especial vas a saber qué cuidados necesita, cómo reproducirlo, y mucho más.
Características del flamboyán
Antes de entrar en materia, ¿te apetece que sepamos cómo es este magnífico árbol? Así nos será más fácil distinguirlo…, aunque, es cierto, lo difícil es, precisamente, no reconocerlo. Pero no está de más saber cómo es para que el lugar que elijamos para plantarlo, sea el más adecuado. Empecemos:
El flamboyant, cuyo nombre científico es Delonix regia, es un árbol perteneciente a la familia Fabaceae y subfamilia Caesalpinioideae. Con una esperanza de vida de 60 años, es originario de Madagascar, donde está en peligro de extinción por pérdida de hábitat. Tiene un ritmo de crecimiento rápido -si las condiciones son favorables, puede hacerlo a un ritmo de 50cm/año- hasta alcanzar los 12m de altura, con una copa aparasolada de 5-6m de diámetro. Sus hojas son perennes, semiperennes o caducas dependiendo de las condiciones climáticas y del cultivo:
- Caduca: nuestro árbol perderá las hojas durante el otoño-invierno en climas fríos si la temperatura mínima es inferior a los 5ºC, o en temporada seca.
- Semiperenne: el flamboyan perderá parcialmente sus hojas si la temperatura mínima se mantiene alrededor de los 10ºC y la máxima no sube más de 18ºC.
- Perenne: si el clima es cálido, con temperaturas entre los 10 y los 30-35ºC, y el régimen de precipitaciones del lugar es el suficiente para que el árbol pueda subsistir, tal y como sería en los climas tropicales húmedos, el flamboyán siempre tendrá hojas. Eso sí, hay que saber que irá perdiendo las más viejas a lo largo del año, a medida que le van saliendo de nuevas.
Las flores, sin duda, su principal atractivo, son grandes. Tienen cuatro pétalos de hasta 8cm de longitud, y un quinto pétalo llamado estandarte, más largo y manchado de amarillo y blanco. El color podríamos decir es rojo, y efectivamente, la especie tipo (Delonix regia) las tiene rojas, pero hay una variedad, la Delonix regia var. Flavida, que las tiene de un color amarillo-anaranjado espectacular. Brotan del árbol en primavera, cuando el ejemplar ha alcanzado los 5-6 años de edad y, si hay suerte y son polinizadas, enseguida empezarán a madurar los frutos, que son vainas que, cuando maduran, son leñosas, de color castaño oscuro y de hasta 60cm de longitud por 5cm de ancho. En su interior encontraremos las semillas, que son alargadas, de 1cm de longitud más o menos, y muy duras.
El tronco tiene la corteza lisa, de color marrón grisáceo ya desde joven. Las raíces son muy invasivas, por lo que hay que tener especial cuidado de plantarlo cerca de tuberías, suelos, o cualquier construcción. Lo ideal es ponerlo a una distancia mínima de 10m de los lugares mencionados para evitar problemas.
Además, hay que decir que es una planta alelopática. Esta es una palabreja que a todos nos puede sonar muy rara cuando la leemos o la escuchamos por primera vez, pero en realidad tiene un significado fácil de recordar: las plantas alelopáticas son aquellas que no dejan crecer prácticamente ninguna otra hierba bajo su sombra, como nuestro protagonista, pero también las higueras mediterráneas (Ficus carica) o los eucaliptos, entre otras.
El flamboyán se usa principalmente como planta ornamental en climas cálidos, como ejemplar aislado para poder contemplarlo en todo su esplendor y disfrutar de su sombra; también se puede trabajar como bonsái. Sin embargo, en el Caribe se usan las vainas maduras (con sus semillas) como instrumentos de percusión conocidos como shak-shak, que en castellano sería maracas. En Colombia, por otra parte, se usan para alimentar al ganado.
Propiedades del flamboyan
Este es un árbol que tiene interesantes propiedades medicinales. De hecho, se usa para aliviar los dolores reumáticos, los síntomas de los problemas respiratorios y los del asma. Para beneficiarte de ellas puedes macerar la corteza para posteriormente aplicártelo sobre la zona dolorida, o bien cocer las flores para luego bebértelas como si de una infusión se tratara.
Cómo reproducir el flamboyan
¿Te gustaría tener un precioso árbol en tu jardín? Toma nota:
El flamboyán se reproduce de tres maneras: por esqueje, por semilla y por acodo aéreo.
Reproducción por esqueje
El método del esquejado es el más rápido, ya que nos permitirá tener un ejemplar ya crecidito en cuestión de pocos meses. Para realizarlo, se debe de esperar al otoño, y seguir estos pasos:
- Elije una rama semileñosa gruesa, de al menos 1cm de diámetro, y que mida 40-50cm de largo.
- Ahora, haz un corte en bisel (es decir, ligeramente inclinado hacia afuera), y sella la herida del árbol -no del esqueje- con pasta cicatrizante.
- Humedece la base del esqueje con agua, e imprégnalo de hormonas enraizantes líquidas, que encontrarás de venta en viveros y tiendas de jardinería.
- Después, es momento de plantarlo en una maceta con sustrato poroso, compuesto por 60% turba negra y 40% perlita o fibra de coco. Se puede usar también perlita sola.
- Echa una pizca de azufre o cobre -como si echases sal a las patatas fritas- por la superficie del sustrato. Así evitarás que los hongos dañen tu esqueje.
- Luego dale un riego generoso.
- Finalmente, quedará ubicarlo en una zona protegida del sol directo, y mantener el sustrato siempre ligeramente húmedo.
Para ello, se deben de obtener por supuesto las semillas, preferentemente en primavera, que encontrarás a la venta viveros online o, si vives en un clima tropical, podrás conseguirlas directamente del árbol.
Una vez las tengas, hay que proceder a escarificarlas. ¿Cómo? Muy fácil: con un papel de lija o, si en ese momento no tienes, puedes hacerlo contra la pared, o incluso con un trozo de madera. Hay que hacer un poco de presión, y darle varias pasadas, pero hay que tener mucho cuidado de no pasarse. Sabrás que habrás terminado cuando veas un color marrón oscuro justo en el punto que ha estado más en contacto con la piedra o el papel de lija.
Ahora, se introducen en un vaso con agua limpia, a temperatura ambiente, durante una noche. A la mañana siguiente, deberías ver que la cubierta peculiar que las recubre habrá empezado a desprenderse, señal inequívoca de que han empezado a germinar. En el caso de que no haya sido así, líjalas un poco -muy poco, 2 o 3 pasadas más- de nuevo, y vuélvelas a poner en un vaso durante una noche. Si todo va bien, el proceso de germinación puede continuar en el semillero, el cual te recomiendo que sea una maceta de al menos 10-15cm de diámetro y 6-8cm de profundidad.
Como sustrato se puede usar turba negra mezclada con perlita al 30%, pero puedes mejorarlo añadiendo un 10% de abono orgánico, como humus de lombriz. De cualquier modo, luego de rellenar la maceta casi completamente, hay que colocar la semilla en el centro de la misma, y cubrirla con un poco de sustrato, la cantidad suficiente para que no pueda llevársela el viento en el caso de que sople con mucha intensidad.
Y para terminar, se echará una pizca de cobre o azufre y se dará un riego generoso, de manera que el sustrato quede bien empapado. Lo pondremos en una zona donde le dé el sol directo, mantendremos la maceta siempre ligeramente húmeda pero no encharcada y, en cuestión de 5-7 días aparecerán los cotiledones, que son las primeras hojas que sacan todas las plantas. Después, lo harán las hojas propias del flamboyan.
Reproducción por acodo aéreo
En primavera (abril o mayo si estás en el hemisferio norte), con un cuttex puedes lijar un poco una rama gruesa, de unos 2-3cm de diámetro, e impregnar esa zona con hormonas de enraizamiento antes de cubrirlo con una bolsa de plástico de color oscuro (preferiblemente negro).
Después, con una jeringa llena de agua, se ”riega” el sustrato. Esto hay que hacerlo cada 3-4 días, así al cabo de un mes, las raíces empezarán a brotar. Al pasar un mes más, podrás cortar tu nuevo árbol.
¿Se pueden hacer injertos?
No es una técnica muy habitual en estas plantas, pero si quieres tener flores naranjas y rojas en el mismo árbol, gracias al injerto podrás conseguirlo. Se hace de la siguiente manera:
- Se realiza un corte que vaya de un lado al otro de una rama de cuyo grosor sea de al menos 1cm. Debe de ser profundo.
- Acto seguido, se introduce el injerto, que será una rama semileñosa de otro flamboyant.
- Y después se une con cinta adhesiva para injertos.
Si todo ha ido bien, en cuestión de dos meses como máximo saldrán los primeros brotes.
Cuidados del flamboyan
Este es un árbol muy especial que tiene su lugar reservado en muchos jardines, aunque no sean del clima adecuado. Es muy fácil de cuidar, tal y como vas a ver:
Ubicación
Colocar a pleno sol. No tolera la sombra, y puede tener problemas en semisombra.
Riego
Frecuente en verano, durante el cual podremos regar cada 1 o 2 días si las temperaturas son superiores a los 30ºC. El resto del año disminuiremos la frecuencia, y regaremos una vez por semana, máximo dos.
Abono
Muy recomendable, especialmente si vives en un clima que no es demasiado apropiado para él. Abónalo desde primavera hasta finales del verano con un abono de efecto rápido, como el guano, siguiendo las recomendaciones del fabricante. En otoño e invierno te aconsejo darle un riego mensual con la mitad de la dosis indicada de Nitrofosca (el abono de las bolitas azules).
Sustrato
Se puede usar turba negra con perlita mezclada al 20%, o añadiendo además un 10% de humus de lombriz.
Trasplante
Durante los primeros años de su juventud, se puede cultivar en maceta, pasándolo a una mayor cada año, en primavera.
Rusticidad
Es muy sensible al frío, especialmente de joven. Si bien en las Islas Canarias hay algún que otro ejemplar adulto que ha soportado hasta los -4ºC, su rango de temperaturas ideal se sitúa entre los 10 y los 35ºC.
Plagas y enfermedades.
El flamboyán es un árbol que, afortunadamente, no suele verse afectado por plagas y enfermedades. Aún así, sí que de vez en cuando se le pueden ver cochinillas algodonosas y pulgones que se eliminan con insecticidas que contengan Abamectina y/o Piretrina; y si se le riega en exceso, el hongo Phytophthora puede perjudicarle, el cual se puede tratar con cualquier fungicida de amplio espectro.