Quienes ven con el cerebro compran mis ideas, quienes ven con los ojos, mis productos y servicios.

Los improvisados, ruegan para que les compren y no venden, los profesionales vender caro, rápido, mucho y sonrien de hacer felices a sus clientes.

Vender no es ni mentir, ni manipular, es descubrir las necesidades de tus clientes y resolver sus problemas.

Todos los tiempos son buenos para el que aprende a vender bien.

Quien no aprende a vender, no aprende a negociar y quien no negocia, jamás llegará a ser lider.

Quien no aprenda a vender sus desgracias, no aprenderá a vender sus éxitos.

Es más rentable padecer vendiendo hasta que aprendes, que constantemente quejarte de tus padecimientos financieros.

Nada fertiliza mejor al negocio, que el dinero que se ingresa por las ventas.

Es más fácil enseñar a leer a un burro, que enseñar a vender a un pesimista.

Es más fácil aprender a vender de una vez y nunca pasar hambre, que pasar habre siempre por no aprender a vender.