Los ladrones intelectuales siempre están al acecho para robar, los creadores a la expectativa para enseñarles a crear.

La rutina al éxito desgasta, pero la perseverancia salva.

Cuando ya todo está hecho, lo más difícil es saber esperar la victoria.

El problema no es saber hacer algo muy bien, el problema para triunfar de verdad, es saber describir el proceso con un resultado predecible y ponerlo a funcionar.

Es mucho más fácil y rápido, crear tu pequeño negocio aunque tengas poco dinero, que estudiar 18 años para mendigar trabajo y hacerte esclavo.

Invierte más tiempo en aprender a delegar y gana más tiempo y dinero, delegando más y mejor.

La distancia que tiene que recorrer el dinero que tienes en tu cabeza para llegar a tu bolsillo, es exactamente del largo de una decisión.

Nuestra capacidad de ver la paja en el ojo ajeno, es directamente proporcional a nuestra incapacidad de ver el tronco en el nuestro.

Yo sé como hacer, para que transfieras el dinero que tienes en tu mente a tu bolsillo, o, a tu cuenta bancaria.

Yo sé como hacer, para que pierdas el miedo a comenzar tu pequeño negocio y a acompañarte después que comiences.