7 consejos para no equivocarte al elegir una franquicia.
Redactado.
- La franquicia proporciona herramientas, un concepto testado y una serie de conocimientos que harán rentable tu proyecto, siempre que le dediques horas, esfuerzo, trabajo y tu mejor versión.
- EL CONTRATO DE FRANQUICIA.Olvídate negociar cláusula alguna del contrato con una franquicia consolidada. En un proyecto que da sus primeros pasos cambia el enfoque y es más factible discutir ciertos puntos del documento. Ahora bien, desconfía sí se muestran flexibles en exceso, ya que esto desvirtuará el concepto y surgirán agravios comparativos en la red. Una actitud ésta, por otro lado, habitual en redes obsesionadas con las aperturas… a cualquier precio.En cualquier caso, no escatimes recursos al contratar los servicios de algún experto legal, para que revise el documento y arroje luz sobre algún aspecto que no logres descifrar o te resulte extraño.
- POR QUÉ?Pregunta a la central sus motivaciones para franquiciar, ve directo a la raíz del proyecto. Si duda, vacila en la respuesta o se queda muda, desconfía. Esto denota una improvisación, una falta de estrategia que desembocará en un fracaso seguro. La teoría –pero no la única- dice que este sistema te permite crecer sin emplear recursos propios, con el objetivo de ganar tamaño y así obtener economías de escala que beneficien tanto a central como a los asociados. A partir de aquí, huye de aquellos que han decidido “franquiciar por franquiciar”.
- EL ATRACTIVO DE LO DIFERENTE.Verifica que te aporta un saber hacer claro y definido, bien estructurado, diferente e innovador, además de contemplar aspectos básicos como un programa de soporte al asociado.
- QUÉ APORTA A ESTA RELACIÓN.Los dossiers informativos de las franquicias están plagados de expresiones manidas como “apoyo constante”, “formación inicial y continuada”, “saber hacer contrastado”, “producto de calidad inmejorable”… referidos al soporte que desde la central se presta al asociado y a los valores diferenciales de la marca. Ningún problema a que las incluyan ahí, ya que se presupone son cualidades inherentes a cualquier proyecto -sólido- en cadena. El problema viene cuando esa central no presenta otros factores competitivos -y realmente diferenciadores- como acuerdos con proveedores que permitan al franquiciado comprar a precios atractivos -comparados con los que obtendrías por su cuenta-, la comercialización de algunos artículos en exclusiva o que el franquiciador aporte una cartera de clientes potenciales desde el minuto 1.
- QUE TE PONGAN EN TU -BUEN- SITIO.La ubicación correcta determinará el éxito futuro del proyecto y ha de estar en el centro de tus desvelos. Si crees que exageramos con esta afirmación, echa un vistazo a este artículo, donde un franquiciado relata, en primera persona, cómo un proyecto con cartas ganadoras desembocó en fracaso, “gracias” a un emplazamiento desafortunado del negocio.Cierto que tú puedes atesorar un conocimiento exhaustivo de tu mercado local y conocer los espacios libres en ese momento para tu negocio, pero el franquiciador es el que ha de tomar la iniciativa y guiarte en el proceso de selección. Es más, determinadas marcas tienen tan atada esta cuestión, que deciden el emplazamiento, a partir del histórico y estadísticas de sus tiendas ya operativas. Otro punto a favor en este ámbito es que contemplen acuerdos con inmobiliarias y así acercar alternativas al asociado.
- NÚMEROS QUE PUEDAS TOCAR.Tuerce el gesto, sin disimulo, ante plazos de amortización breves, inferiores a un año. Pide a la central que te detalle los cálculos en los que se basa para realizar esas predicciones (es necesario que contemple también los escenarios más negativos). Y es que un pay-back a seis meses, por ejemplo, es complicado de alcanzar, sobre todo si hablamos de un negocio a pie de calle. Relacionado con esto, huye de las compañías que entreguen planes de negocio estándar, sin personalizar.