En aquellos días Lencero acabó apoyando esa sherpa para que pudiese ir a la universidad. “Todas las frustraciones del empresario, las de llegar más arriba cuando está arriba, o la decepción de estar abajo, se disiparon con haber ayudado a una sola persona. Volví a España con la sensación de que había hecho algo que realmente merecía la pena. Esa niña podrá ayudar a su familia, y el cambio en su familia revertirá en su comunidad, y esto en su núcleo social…”.
Tres años después de aquel vuelo de regreso a España, ayudó a crear Vistare Foundation, una organización de cooperación al desarrollo en Nepal para combatir la pobreza y basada en el apoyo a las mujeres para que puedan acceder a una educación superior. “Aquello cambió mi percepción del mundo, aprendí que había que fomentar el músculo del altruismo y que la felicidad solo viene de generar felicidad. Somos herramientas para producir bienestar, tanto a los moradores del planeta, como al planeta, o al menos eso deberíamos ser”, concreta.
El enfoque era claro: buscar talento innovador, que resolviera problemas existentes generando bienestar en todos los ámbitos y a nivel nacional
A partir de 2010 cada vez más titulares se dedican a la fuga de cerebros: “Es entonces cuando pienso la cantidad de talento que está escapando de nuestro país, somos un lugar del que se emigra, con una crisis brutal social, financiera, de valores y principios, estructural… Me parece devastador porque esto solo puede conducir al fracaso y al maltrato social”. En esa nueva concepción filantrópica, decidió montar una organización en España que localizara esos talentos, “grandes ideas sin ayuda”, para darles cobertura y convertirlas en realidades empresariales. El único requisito es que debían ser proyectos de innovación social: “Sobre todo por generar la conciencia de que también son las empresas las responsables de generar bienestar al ser humano y al medioambiente”.
Siguiente paso: el modelo
Necesitaba una base sobre la que construir la idea y en la búsqueda encontró UnLtd, una organización con origen en Reino Unido que genera emprendimiento social desde 2003 y que ya cuenta con presencia en 10 países — EE UU, Irlanda, Reino Unido, España, Portugal, Sudáfrica, Tailandia, Hong Kong, Indonesia e India—. Llevan 15.000 proyectos activos en todo el mundo y 100 millones de libras esterlinas invertidos (esos millones fueron una dotación por parte del gobierno británico que se depositó en un fondo, y es el rendimiento de ese fondo lo que se invierte en los emprendedores). “Nos pusimos en contacto con ellos porque nos gustó el modelo de trabajo y nos entendieron. Tradujimos el modelo anglosajón y construimos UnLtd Spain”.
El sistema es (relativamente) sencillo: localizan y seleccionan emprendedores que apuesten por el impacto social con ideas brillantes, y los forman y asesoran durante la participación de los proyectos en el programa en las habilidades de las que carezcan para que, después, puedan seguir solos. “Tenemos consultores y colaboradores (alrededor de 70) que les acoplamos como mentores o asesores, dependiendo del perfil, y que velan porque todo vaya según el plan. Los insertamos en nuestro sistema y a partir de ahí intentamos generar nuevos socios y clientes, y para ello también dotamos con capital semilla y les buscamos financiación”, explica Lencero que acota todo ese proceso más o menos en un año.

Para buscar esas empresas abren varias convocatorias, al menos dos por año, y lo estructuran en varios grupos según la fase en la que se encuentre, una aplicación del método habitual de Silicon Valley: “Si todavía es una idea, la metemos en el programa con ese mismo nombre, Idea, y a través de formación y capital semilla ayudamos a que una idea de impacto se convierta en un proyecto”. El siguiente es Arranca, y está destinado a aquellos que ya tienen el proyecto en marcha o están en fase piloto, esta incluye consultoría, formación, asesoramiento, networking y financiación. “Y por último está el programa Crece, “para aquellos que llevan más de un año en funcionamiento y quieren expandirse”.
Filantrocapitalismo
Todos encajan en un triángulo que ha surgido, más o menos, de forma natural. “La organización está tomando especial atención a tres sectores estratégicos: salud, agroalimentación y ciudades inteligentes, aunque a nosotros nos gusta llamarlas ciudades saludables”. Lencero incide en esta última alegando que el centro de la ciudad se ha separado del peatón, que ha dejado de ser amable. “Las urbes deben ser accesibles, fáciles, cómodas, hay que devolver la ciudad a la gente, y que no sea propiedad del coche, como lo es ahora”.
Con esa amalgama de proyectos en mente, este exempresario inmobiliario que sabe la sorpresa que causa su antiguo trabajo comparado con el nuevo, recuerda cómo empezaron, con sus propios (y no excesivos) recursos económicos. “Aunque después, para tomar algo de tamaño, tuvimos la ayuda de organizaciones y corporaciones que nos dotaron con fondos, no de forma totalmente altruista. Ellos también buscaban un retorno”.
Un valor compartido que, en UnLtd Spain, se materializa a través de un modelo de pseudoconsultoría con aquellas firmas con las que comparten valores. “Como JP Morgan, la Fundación Edmond Rothschild o la farmacéutica Lilly. Esta última entiende que la manera más relevante de generar innovación dentro de su propia organización es mediante la creación de emprendedores de impacto, que son quienes remueven el ADN de la propia empresa”. Lencero sentencia: “Y jamás podríamos tener ninguna asociación con nadie que no compartiese nuestros principios y valores”.
Los 'gamechangers'
El modelo de UnLtd es totalmente rentable. En la organización a nivel global, el 76% de las compañías sobreviven después del tercer año de vida, y ya van 15.000 emprendedores. En la filial española, los 15 emprendedores de los programas Arranca y Crece de 2015 comenzaron con seis personas contratadas y 22.778 euros al año de facturación y acabaron con 45 empleados y 837.184 euros. “Y de los 40 proyectos creados desde que comenzamos en 2013, que impactan en unas 350.000 personas, es quizás muy aventurado decir que sobreviven el 100%, pero rozamos ese ratio”. En ellos, a los que llaman gamechangers, UnLtd Spain ha invertido 150.000 euros de capital semilla.