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  •  | 2015/09/05 05:00

    Adiós al empleo, bienvenido el trabajo

    Entendiendo empleo como un contrato laboral fijo, en donde se tiene un horario establecido, descripción de cargo, jefe inmediato, vacaciones, etc., y trabajo como una fuente laboral flexible en el que se pueden recibir honorarios por una actividad o proyecto realizado, el cambio puede ser analizado como resultado de la crisis económica o como consecuencia de la falta de oportunidades.

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Si se le preguntara a la generación X y a los Baby Boomers (personas entre los 35 y 69 años de edad aproximadamente) las razones del cambio, muchos estarían de acuerdo con los dos conceptos descritos anteriormente. Si se le preguntara a la generación Y o Millennials (personas entre los 21 y 34 años de edad aproximadamente) su respuesta estaría más asociada al hacer parte de un mundo globalizado y a la fortuna de estar conectados. Es cierto, mucho de este cambio se le atribuye a un componente económico, pero también se debe al cambio generacional que ya es una realidad en las organizaciones de todo el mundo.

Y entonces, ¿para qué seguir quejándonos?

Los siguientes pasos le ayudarán a los empresarios a entender mejor el fenómeno del cambio hacia el trabajo:

1.    Analice los actores del mercado laboral

Cuando se entiende el perfil de las personas que están ingresando al mercado laboral, es mucho más acertado llegar a ellas. No se necesita de investigaciones complejas, solo de preguntas que logren reflejar el interés de las dos partes.

¿La empresa qué tiene para ofrecerles? (beneficios, flexibilidad, buenos honorarios, proyectos cambiantes, compromiso por la comunidad, entre otros).

¿Qué espera de las personas que trabajen en ella? (flexibilidad, compromiso, proactividad, buenas propuestas, impacto e influencia, etc.).

2.    Cambie funciones por proyectos

Elija proyectos que además de ser atractivos deben generar beneficios para la organización. Es el momento para hacerlo, tenga cuidado en volver obsoleta la empresa y por lo tanto a los colaboradores. No se trata de edad, es actitud  y aptitud frente al mercado laboral.
 
3.    Escuche también las propuestas de los más jóvenes

No solo quien tiene más experiencia tiene propuestas buenas. El talento joven puede ser más creativo y tener otra visión diferente de lo que es un producto/servicio, logra llegar a nuevos clientes y ofrecer soluciones que antes no se tenían. Cuando se escucha a los más jóvenes, suelen ser más creativos, autónomos y comprometidos. No los subestime, abra la puerta de la empresa y permítale hacer propuestas de grandes.

4.    Combine experiencia con conocimiento fresco


Permita que los más antiguos logren contagiarse de las ideas nuevas y de la forma de trabajar. No imponga un estilo sobre el otro, mejor combine las tres generaciones y reciba productividad por ello.

Lo que siempre se ha hecho puede mejorarse y eso se logra cuando las partes involucradas persiguen el objetivo sin importar si la forma cambia.

5.    Haga preguntas y ofrezca soluciones verdaderas


Pregunte a quienes ya hacen parte de la empresa sobre lo que quisieran hacer, recibir y proponer. Haga un análisis y luego realice planes de acción que puedan reflejarse en resultados positivos en el trabajo de cada uno. No improvise, muchas compañías gastan altas sumas de dinero haciendo preguntas a sus empleados, pero no invierten en las respuestas que también la organización debe darles.

El trabajo de hoy dejó de ser una tendencia y se convirtió en realidad. Es un cambio que tanto empresas como fuerza laboral deben entender, comprender, digerir y estudiar. Cuando cada una de las partes logra entender el papel que juega en el mercado de trabajo, la relación de los mismos se hace más transparente y lineal.

Adiós al empleo rígido, de estructuras fuertes y robustas. Bienvenido el trabajo flexible, cambiante y de oportunidades constantes. Adiós a lo “para siempre” y bienvenido a lo “inmediato”.