¿Está realmente lista nuestra familia para emprender un negocio por cuenta propia?
Si nos hicieramos esta pregunta tan sencilla, antes de empezar un negocio por cuenta propia, ya otro gallo cantaría.
¿Está realmente lista nuestra familia para emprender un
negocio por cuenta propia?
Si nos hicieramos esta pregunta tan sencilla, antes de empezar un negocio por
cuenta propia, ya otro gallo cantaría.
Para ser realmente una persona de éxitos hay que tener éxito en la familia en
primer lugar y para lograr su apoyo y colaboración en la difícil tarea de crear
o desarrollar negocios es necesario prepararla.
Comienza por preguntar a sus miembros lo que pienzan sobre lo que tu
quieres hacer, pero antes pregúntate a ti mismo.
1.
¿Soy
especialista en lo que me propongo o estoy improvisando?
2. ¿Tengo a alguién de más experiencia que yo que me guíe en lo que me propongo
hacer?
3.
¿Tengo un
plan con objetivos financieros bién definidos para comenzar?
4.
¿Conosco
algo de las leyes y la contabilidad que rigen el negocio que pretendo hacer o
en su defecto tengo a alguién que me tire un cabo?
¿Qué te pasa, crees que no
estás listo?
No te lo tomes muy a pecho,
listo no estarás nunca, el listado es interminable.
El camino te irá preparando
si tu desición es definitiva.
Las respuestas de tu familia
pueden ser muy variadas pero tampoco te asombres de ellas, es normal que
encuentres contradiciones.
La mayoría de los que un día comenzamos un negocio lo comenzamos sin ninguna
preparación porque como norma teníamos una necesidad de dinero a corto o muy
corto plazo.
El problema está en que el tiempo es corto para aprender a conjugar todos
los factores, y, por su puesto, muy pocos pienzan en que ni lo van a entender,
ni lo van a apoyar en su intento y no precisamente porque no sea el deseo de
alguien, sino porque no estamos preparados para ello.
¿Tienes previsto qué hará cada miembro de tu familia en el futuro negocio?
No, pués siéntate y escríbelo, sí, sí, siéntate y escríbelo, si no lo escribes te vas a equivocar. El ejercicio de escribir te yuda a penzar mejor.
Cuando lo tengas claro converza
con cada uno por separado, si lo haces con todos a la vez, te caen en piña y no
aguantarás el ataque, perderás los estrivos y se va todo al carajo.
Habre bién las guatacas, porqué
él o ella, te está diciendo lo que pienza, aunque no coincida con tus planes,
así que acéptalo y mira a ver como lo compaginas mejor, trata de acercar al
máximo tus ideas a los intereses de cada uno y dále tareas en correspondencia
con sus deseos y posibilidades personales, no te fajes, no impongas, argumenta
y convence con alegría. Si tu comienzas y le demuestras entrega, poco a poco
todos te apoyarán. Recuerda ellos no han comenzado porque tienen más miedo que
tú, o conocen menos que tú, o son menores que tú, o sencillamente no pueden en
este momento.
Al romper tan bruscamente nuestra “zona de confort”, que entre paréntesis
puede que no tenga ni pisca de confort, pero es a lo que estamos acostumbrados,
nos parece que el mundo está contra nosotros y comienzan las incomprenciones
primero y los conflictos después en la familia, llegando en muchas ocaciones al
rompimiento familiar.
No esperes tanto de tu familia y tendrás menos decepciones.
Hacer negocios es una decisión muy personal y por tanto una responzabilidad
muy personal, asúmela, sé valiente y procura que tu familia te apoye y colabore.
Estudia el tema, busca en internet, observa a otros como lo logran.
Cualquier cambio trae otros cambios y si no nos preparamos nos creará conflictos.
Si tú eres ese que cree que puede llevar las riendas de un negocio ten en cuenta
que tu hija no pienza como tu mujer o como tu marido, ni como tu hijo y mucho
menos como tú, pero casi seguro que te quiere, por eso sé cuidadoso (a), con
cada uno y estúdialo y averigua que le puedes delegar a cada quién, prueba con
cosas pequeñas, pero cada día delega más en ellos y tu pasa a controlar los
procesos, así todos son héroes y a ti te quedará tiempo para darle a tu mujer o
a tu marido lo que le toca, porque eso influye sabes...
Posibles cambios.
Ayer trabajaba y me pagaban por mi trabajo incluso cuando no me esforzaba
tanto, hoy soy dueño de mi trabajo, estoy hechando la gandinga y dice mi mujer
que no tenemos ni para comprarle la leche al niño.
Llegó mi hermana y me pidió prestado 100 pesos, para los quince de su hija,
y ahora no tiene para devolvérmelos porque.., yo soy su hermano, negociante
y tengo pasta... . Mi mujer está en candela... siempre pasa lo mismo, pero que
voy a hacer.., ella es mi hermana nooo... .
Bartola, la mujer de mi hermano, venía todos los domingos para la casa,
ahora dice que “nosotros nos estamos distanciado” porque los domingos nos
pasamos el día haciendo cuentas y recibiendo llamadas y no tenemos tiempo para
hablar con ella.
Mi hijo menor me llamó por teléfono para preguntarme si yo todavia vivo con
ellos, porque no me ve hace una semana.
La lista es interminable, pero el motivo es el mismo, menos tiempo para la
familia, menos atención, más trabajo y los “resultados esperados a corto plazo”
aún no llegan.
Los negocios amigo no se hacen en un día, ni la familia tampoco, por eso
hecha pa´lante porque para los negocios es válido también aquello de que “no
hay sábado sin sol, ni domingo sin amor”.
Yo soy Ignacio Cruz Ramos, uno que perdió su primera familia, sé de lo que
te escribo no por los libros, aunque leo mucho, creador y director del proyecto
www.elamigocubano.com, mi correo es [email protected] por si me quieres
escribir.
Estoy aquí para ayudarte a crear y desarrollar tu propio negocio y así
ganar dinero los dos.
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Hoy es 27.03.2013.