Los requisitos fundamentales para obtener
buenos resultados en sistemas de producción
basados en el uso de forrajes son: el uso eficiente
del sistema de pastoreo, con cargas animales
que permitan una máxima producción animal por
hectárea; la producción de forrajes conservados
de alta calidad, permitiendo consumos similares
a los obtenibles con el forraje original; la utilización de animales de buen potencial genético
y con aptitud para el pastoreo; y finalmente, el
empleo de suplementos apropiados que satisfagan efectivamente los objetivos nutricionales
que se persiguen.
Para lograr la optimización del uso de pastos y
forrajes producidos en términos de recursos alimenticios, se hace necesaria la utilización del
balance forrajero, ya que con ello se logra ajustar
los aportes de los mismos con los requerimientos
del ganado, lo que posteriormente se concreta
en un programa de alimentación planificado.
¿Qué es un balance forrajero?
Corresponde a la comparación entre la oferta y la
demanda de forraje de un predio en un periodo
determinado. Es un instrumento de gran valor
para compatibilizar la disponibilidad de recursos
forrajeros con los requerimientos de la masa ganadera a través del tiempo.
Básicamente los balances forrajeros comparan
los requerimientos de los animales con la disponibilidad de pastos, forrajes y suplementos que
se tienen en las unidades productivas.
¿Qué permite la planificación anual a través de
la elaboración de un balance forrajero?
1. Modificar la oferta y ajustarla a los requerimientos del rebaño.
2. Modificar la demanda y ajustarla a la oferta
forrajera.
3. Establecimiento de pasturas.
4. Siembra de cultivos estratégicos o suplementarios.
5. Incremento o reducción de la superficie de
conservación de forrajes.
6. Compra de suplemento: ensilaje, heno, granos.
7. Modificación de la estrategia de uso de los forrajes.
8. Arriendo de superficie adicional.
9. Ajuste de carga animal.
Es de especial importancia en condiciones de
pastoreo en donde las variaciones del contenido
de nutrientes y el desconocimiento del consumo
que realiza el animal, pueden ocasionar sobre
o subestimaciones de la disponibilidad de alimentos.
La planificación anual del alimento permite al
ganadero ajustar el aporte con la demanda por
parte del animal.
Una de las claves del trabajo predial es balancear
el aporte de los pastos con los requerimientos del
animal, siendo importante establecer clases o
categorías de ganado, así como estimar la disponibilidad y decidir las políticas de conservación
de pasto.
En la práctica, los balances forrajeros varían
debido a diversos factores como son el tipo de
explotación ganadera, la raza y tipo de suelo, lo
que determina las especies más adecuadas, así
como su producción total y la distribución de su crecimiento.