La esencia del conocimiento y la experiencia “I”es que son únicos, pertenecen a una sola persona, se pueden vender y comprar muchas veces y cada vez más caros, pero no se pueden copiar, ni robar por nadie, aunque estén a la vista de todos y sin resguardo alguno, esto los hace de un valor único, siempre que el dueño los aprenda a usar y a enrriquecer.

El conocimiento y la experiencia “I” la posee cada persona en el mundo, solo que no cada persona es capáz de descubrirlo por si sola y por tanto, de darle valor de uso y de enrriquecerlo.

Si cada persona se dedicara, de manera intencionada a descubrir, sus conocimientos y experiencias “I”, automaticamente se colocaría en el camino de las probabilidades de hacerce rico. Si además, se dedicara a ayudar a los demás a descubrir sus conocimientos y experiencias “I” las probabilidades de hacerce rico aumentarian de forma exponencial. En cualquiera de los casos, los conocmientos y experiencias adquieridos en este proceso, pasarian a formar parte de sus conocimientos y experiencias “I” y solo le pueden traer más beneficios y riquezas, tanto materiales como expirituales.

Al proceso de acumulación del conocimiento y la experiencia “I”, es decir de la riqueza, siempre lo acompañan varias etapas, que posibilitan que muchas personas se enrriquescan de forma rápida y al mismo tiempo, siempre que actuen de forma coordinada, intencionada y complementándose, esto lo llevaría a un nuevo nivel de riqueza o lo que es lo mismo, a los conocimientos y las experiencias “C”, con probabilidades de integrase a niveles superiores de conocimientos y experiencias únicas y de creación de sinergias, capaces de convertirse en algo infinito, o lo que sería lo mismo que los conocimientos y las experiencias de tipo “R”. Estas etapas pudieramos llamarlas de descubrimiento de los conocimientos y las experiencias únicas, de su transformación en productos y servicios con valor de uso y la de sus enrriquecimientos.