Con tu esposa vives mucho más, que con tu mamá o hermana, por tanto, ámala, mínimo, como si fueran ellas, sino, no serás felíz.

Quien conquiste el corazón y el intelécto femenino, tiene asegurado el triunfo.

Quien se precie de ser hombre, tiene el reto de amar a plenitud, liberar a su mujer y no perecer en el intento.
Quien ama crece.

El respeto, el amor y la constancia hacia la mujer, hacen milagros.

La mujer que no sabe administrar su libertad personal, la mancilla.

No sé dejar en pausa mi cariño y la necesito tanto, que la agobio.
A veces, el amor me supera, a veces necesito + de lo normal...

Para cuando despiertes, el mundo estará a tus pies y yo de pie, creando al hombre que mereces.

Cuando me siento abatido, me refugio en el amor que te tengo, con la esperanza de que pase el temporal.

Hay dos tipos de mujeres cometiendo el mismo error, al buscar independencia económica, unas cambian de trabajo, otras de marido.

Las que te roban el cuerpo, son peligrosas, las que te roban el corazón, mortales. Esas son las que merecen la conquista. Empínate.