No hay éxito posible sin crecimiento interior, para crecer hay que medir, para medir hay que llegar al inicio, a lo peor de lo malo.

La manera más bonita de hablar de ti mismo, es poniendo como ejemplo a los que hicistes crecer.

No somos pobres por falta de recursos, somos pobres por falta de carácter.

Si tu crecimiento personal no tiene una realización palpable en tu equipo, no estás creciendo, te estás inflando y pudieras reventar.

Si tu crecimiento personal no aporta intencionadamente, al mejoramiento del sistema de tu negocio, muy poco rentable es tu crecimiento.

Si tu crecimiento personal no rebasa los linderos de tu espejo, no te engañes, no has crecido, te estás estirando.

Si no entiendes a tu mentor, no te preocupes, no necesitas a ese mentor, búscate otro.

No subvalores a tu mentor, el no es tu banco de dinero, el es tu banco de valores.

Un buen mentor, te mantiene enfocado, te controla y te exige y no le importa lo que tu pienses de el.

Un buen mentor, llegado el momento, o se supera o te entrega a alguien mejor que el, pero nunca detendrá tu desarrollo.