Cuando el dolor es tan fuerte, que supera nuestro temple, empesamos a culpar a los demás, de nuestras desgracias e incapacidades.

Si no luchas, por ser cada dia menos importante en tu negocio, lo estás condenando al fracaso.

El camino al éxito pasa por la desilución, o la asimilas o te rompes.

La frustración es un estado temporal del alma, no una condena eterna, es una oportunidad, para templar el carácter.

Los débiles se quejan y buscan compasión, los fuertes te animan y proponen soluciones.

Lo importante, no es quejarse de la historia, es hacer historia y este es el momento.

La intolerancia me ha hecho confundirme, perder tiempo y amigos, ser injusto y posar de tonto.

El problema no es batir alas, el problema es volar.

Tu sonríele a la vida y pemítele al tonto quejarse, es su derecho.

Quien aporta pensando en la reconpemsa es tonto, quien en la ganancia es ávaro, quién en los demás, es rico y le llegará todo.