La distancia que tiene que recorrer el dinero que tienes en tu cabeza para llegar a tu bolsillo, es exactamente del largo de una decisión.
La distancia que tiene que recorrer el dinero que tienes en tu cabeza para llegar a tu bolsillo, es exactamente del largo de una decisión.
La distancia que tiene que recorrer el dinero que tienes en tu cabeza para llegar a tu bolsillo, es exactamente del largo de una decisión.